
- Deja de criticarte.
La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Acéptate exactamente tal
y como eres. Todo el mundo cambia. Cuando te críticas, tus cambios son
negativos. Cuando te apruebas, tus cambios son positivos. - No te asustes.
Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir.
Busca alguna imagen mental que te produzca placer e inmediatamente
reemplaza el pensamiento aterrador por uno agradable. - Sé amable, apacible y paciente.
Sé amable y pórtate bien contigo. Tente paciencia mientras aprendes esta
nueva forma de pensar. Trátate como tratas a la persona que más amas. - Sé tolerante con tu mente.
El odio a uno mismo es el odio a los propios pensamientos.
No te odies por tener los pensamientos que tienes o tuviste. Ve
cambiándolos suavemente. - Elógiate.
La crítica destruye el espíritu interior. El elogio lo construye. Elógiate todo
lo que puedas. Alábate por lo bien que haces las cosas, por más pequeñas
que sean. - Bríndate apoyo.
Busca formas de apoyarte. Recurre a tus amigos y déjate ayudar.
Es muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se necesita. - Sé indulgente con tus aspectos negativos.
Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora
estás encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas
necesidades. De modo que deja amorosamente que las viejas pautas
negativas se vayan. - Cuida de tu cuerpo.
Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de
nutrientes necesita tu cuerpo para obtener la energía y vitalidad óptimas?
Infórmate sobre las distintas modalidades de ejercicio físico que existen.
¿Qué tipo de ejercicio te gustaría hacer? Mima y venera el templo en el que
vives. - Trabaja con el espejo.
Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti.
Perdónate mirándote al espejo. Conversa con tus padres mirándote al
espejo. Perdónalos también. - ¡Hazlo ya!
Trabaja en ti desde ya , hazlo lo mejor que puedas y con mucho amor.
“El pasado pasó y está acabado. Ha vuelto a la nada de donde
vino. Soy libre. Tengo un sentimiento nuevo de orgullo y de
valor.
Tengo confianza en mi capacidad de amar y de ser
independiente. He aprendido que soy capaz de crecer y de
cambiar positivamente.
Soy fuerte.
Estoy en unión con la totalidad de la vida, en unidad con el
poder y la inteligencia del Universo.
La sabiduría divina me conduce y me guía en cada paso que doy.
Totalmente a salvo, avanzo hacia mi mayor bien, y lo hago con
júbilo y con soltura. Soy una persona nueva y viva en el mundo
que yo he elegido.
Agradezco profundamente todo lo que tengo y todo lo que soy.
Las bendiciones y la prosperidad me llegan de todas partes.
Todo está bien en mi mundo.”
Louise L. Hay.
¿DESEAS TRABAJAR PARA REFORZAR TU AMOR PROPIO?
PONTE EN CONTACTO.
SERÁ UN GUSTO ACOMPAÑARTE EN ESTE MARAVILLOSO PROCESO DE AMOR HACIA TI MISMO.
