
No debemos llenarnos de ansiedad anticipando todo lo «horrible» que puede traer el futuro, porque la realidad es que no tenemos el control total ni tan siquiera de nuestra propia vida . Así pues, como personas responsables y conscientes, lo único que podemos hacer es lo que en nuestras manos esté hacer ahora, y no basar nuestra felicidad o seguridad bajo la idea del pensar que la vida fluirá tal y como nosotros lo desearíamos, sino mas bien, estar dispuestos a aceptar y afrontar lo que venga con entereza y ecuanimidad, dando lo mejor que a nuestro alcance esté en esos momentos, ya que en realidad eso es todo lo que podemos hacer, así pues , de nada sirve el que nos martiricemos o preocupemos por aquello que en nuestras manos realmente no esta.